Cuando no tenemos acceso a la red de saneamiento, las fosas sépticas son esenciales para tratar las aguas sucias producidas en casa. Necesitamos poder limpiar estas aguas residuales antes de devolverlas al terreno y el elemento que nos ayudará a hacerlo correctamente es una fosa séptico o depuradora.

En este artículo vamos a explicar las diferencias entre ellas para escoger en que caso nos conviene un tipo o la otra.

Si no tenemos red de alcantarillado necesitamos una fosa

Está totalmente prohibido verter aguas residuales al terreno sin tratar ya que contaminan el suelo y los acuíferos. Antes de verter, hay que limpiar el agua con una fosa que separará los sólidos de los líquidos lo que permitirá la degradación biológica de los residuos.

Clasificación según el Proceso de Tratamiento

Fosas Sépticas de Acumulación

Las fosas sépticas de acumulación son las más simples, diseñadas para almacenar aguas residuales hasta que se puedan tratar o transportar. Son un puro depósito de acumulación y requieren de un vaciado frecuente. En una cabaña de vacaciones de uso esporádico, esta podría ser una solución adecuada, aunque el mantenimiento es una consideración clave.

Fosas Sépticas de Filtro Biológico

Las fosas con filtro biológico son las fosas más utilizadas en España. Una fosa filtro es un sistema de tratamiento de aguas residuales que consta de una fosa séptica y un filtro biológico. Primero, los sólidos se asientan en el fondo de depósito-fosa séptica, donde las bacterias anaerobias los descomponen parcialmente. Luego, el efluente líquido pasa al filtro, que contiene material filtrante., y al su paso las bacterias aeróbicas descomponen los contaminantes restantes. Así el agua resultante tiene unos porcentajes de depuración entre el 70-80% y ya permite ser infiltrada al terreno.

En ningún caso, el agua efluente de una fosa filtro la podemos reutilizar para regar, porqué el nivel de depuración no es suficiente.

Fosas Sépticas de Oxidación Total

Una fosa de oxidación total funciona en varias etapas: primero, una cámara de sedimentación donde se asientan los sólidos en el fondo de la fosa. Luego, una segunda etapa donde se introduce aireación forzada al tanque mediante un compresor. Al oxigenar el agua, se promueve la actividad de bacterias aeróbicas muy activas descomponen materia orgánica.

Posteriormente, el agua fluye a un decantador que separa el agua ya limpia de los lodos, y evacuamos agua alrededor de un 98% depurada. Esta agua ya se puede infiltrar al terreno o reutilizar para regar gota a gota.

Mantenimiento y Limpieza

El mantenimiento periódico de las fosas sépticas es crucial para su funcionamiento eficiente. Así se deben vaciar los sólidos cada 1-2 años dependiendo del uso y de tamaño de la fosa. Siempre recomendamos escoger una fosa ligeramente superior, para que tenga más espacio de acumulación y minimizar los gastos de mantenimiento.

Consejos para el perfecto funcionamiento de una fosa

Muy importante, evitar usar productos químicos agresivos y no desechar objetos no biodegradables en el sistema. Productos como limpiadores químicos fuertes, aceites y grasas pueden dañar el equilibrio bacteriano necesario para el tratamiento efectivo.

Normativa de la fosas sépticas

En España, la normativa sobre fosas sépticas se rige principalmente por el Reglamento del Dominio Público Hidráulico y diversas normativas autonómicas. Los aspectos clave son: incluyen:

• Deben cumplir con la norma UNE-EN 12566-1 para garantizar su calidad y eficacia.
• Se exige una capacidad mínima, generalmente calculada en función del número de usuarios.
• El efluente debe cumplir con los límites de calidad establecidos antes de ser liberado al medio ambiente.
• Las fosas deben contar con un sistema de tratamiento adicional, como un filtro biológico o un campo de infiltración, si el efluente no cumple con los parámetros exigidos.
• Se requiere autorización de la Confederación Hidrográfica correspondiente o del Ayuntamiento
• En áreas protegidas o sensibles, pueden aplicarse normativas más estrictas.

Cada comunidad autónoma puede tener normativas adicionales o más estrictas, por lo que es importante consultar las regulaciones locales específicas.

¿Qué tipo de fosa me conviene?

Para escoger el tipo de fosa séptica debemos tener en cuenta el uso que le vamos a dar, no es lo mismo una casa de vacaciones que una vivienda habitual, y la normativa vigente en su área, que recomendamos siempre consultar al ayuntamiento.

• Fosa de Acumulación: Recomendamos esta fosa en lugares donde no se puede verter agua o en en viviendas vacacionales con usos muy esporádicos. Al no haber vertido, no nos restringe la normativa.
• Fosa Filtro Biológico: La fosa filtro es la más utilizada en España, y se utiliza para viviendas donde hay espacio para infiltrar el agua al terreno y la normativa local permite su uso por su nivel de eficiencia. Ofrece un buen balance de coste, eficiencia y costes de mantenimiento.
• Fosa de Oxidación Total: La oxidación total se recomienda para viviendas o equipamientos donde se quiera reutilizar el agua o en las áreas con normativa más restrictiva que requieren su uso, por sus niveles elevados de eficiencia.

Elegir la fosa séptica adecuada depende de varios factores, incluyendo el volumen de aguas residuales, la normativa y el uso que queremos hacer del agua depurada. Elegir la fosa correcta hará que ahorremos y disfrutemos de una gestión limpia y eficiante de las aguas residuales de nuestra vivienda.