Aguas Grises Domésticas

Precio

7260€ — 7360€

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Reciclaje de aguas grises

El reciclaje de aguas grises permite reducir el consumo de agua potable al reutilizar el agua proveniente de duchas, lavabos y lavadoras. Con un sistema adecuado, esta agua puede aprovecharse para riego, cisternas de inodoros o limpieza, contribuyendo al ahorro y a la sostenibilidad.

Para un uso seguro, el tratamiento de aguas grises es fundamental, evitando contaminantes y garantizando que el agua sea apta para su reutilización sin riesgos sanitarios.

Sistema de reutilización de aguas grises

Un sistema de reutilización de aguas grises está compuesto por varios elementos que permiten filtrar, tratar y redistribuir el agua. Dependiendo del nivel de purificación, se pueden usar:

Filtros de partículas: eliminan residuos sólidos y cabellos.
Sistemas de desinfección: utilizan cloro o luz ultravioleta para evitar la proliferación de bacterias.
Depósitos de almacenamiento: permiten conservar el agua tratada para su uso posterior.

Estos sistemas son cada vez más utilizados en hogares y edificios sostenibles para reducir el impacto ambiental y optimizar el uso del agua.

Tratamiento de aguas grises en casa

El tratamiento de aguas grises en casa puede realizarse con soluciones sencillas como filtros de malla o sistemas más avanzados con tratamiento biológico y filtración avanzada. Los sistemas más eficientes permiten reutilizar el agua con un mínimo mantenimiento, asegurando su calidad y evitando malos olores.

Es importante elegir un sistema que se adapte a las necesidades del hogar, teniendo en cuenta el volumen de agua a reutilizar y los usos específicos que se le darán.

Filtros para aguas grises

Los filtros para aguas grises eliminan impurezas y residuos antes de que el agua sea reutilizada. Dependiendo del tipo de instalación, se pueden encontrar:

Filtros mecánicos: retienen sólidos como cabello y restos de jabón.
Filtros biológicos: utilizan microorganismos para degradar materia orgánica.
Filtros de carbón activado: mejoran la calidad del agua eliminando olores y sustancias químicas.

En Edagua, ofrecemos una variedad de soluciones para optimizar la reutilización de agua doméstica de manera eficiente y segura.

Preguntas Frecuentes

Para tratar adecuadamente las aguas grises para riego es imprescindible contar con una red separativa que las recoja las aguas de ducha y lavabos separadas del resto de las aguas negras. El proceso de tratamiento, que se realiza a pequeña escala en viviendas o edificios, combina etapas de filtrado mecánico para eliminar sólidos, tratamiento biológico con microorganismos para descomponer la materia orgánica, filtración avanzada para eliminar impurezas finas y olores, y una desinfección final mediante radiación ultravioleta ya puede utilizarse para el riego del jardín y todo tipo de plantas.

Las aguas grises se purifican mediante un proceso que combina varias etapas físicas, biológicas y de desinfección, adaptadas a su menor carga contaminante en comparación con las aguas negras. Primero, se filtran para eliminar sólidos y partículas grandes; luego, se someten a un tratamiento biológico donde microorganismos descomponen la materia orgánica presente. A continuación, pasan por sistemas de filtración más fina que eliminan impurezas disueltas y olores. Finalmente, se desinfectan —generalmente mediante luz ultravioleta— para eliminar bacterias y otros patógenos, obteniendo así un agua segura para usos no potables como riego, limpieza o descarga de inodoros.

Con un tratamiento adecuado, puedes reutilizar las aguas grises para diversos usos no potables, lo que ayuda a reducir el consumo de agua potable y a mejorar la sostenibilidad en tu hogar o edificio. Una vez tratadas, las aguas grises pueden emplearse para regar jardines y zonas verdes, descargar inodoros, limpiar patios, suelos o vehículos, e incluso en sistemas de climatización o refrigeración si el diseño lo permite. En viviendas o instalaciones con tratamiento doméstico, también pueden usarse para alimentar sistemas de riego por goteo o aspersión. Es importante asegurarse de que el tratamiento sea el adecuado para el uso previsto, especialmente si se almacenará el agua por más de 24 horas, ya que podría degradarse si no está bien desinfectada.

Potabilizar aguas grises es un proceso complejo y poco habitual en entornos domésticos, ya que implica eliminar por completo contaminantes físicos, químicos y biológicos para que el agua sea segura para el consumo humano. Este proceso requiere una combinación de filtración física para retirar sólidos, tratamiento biológico avanzado para descomponer la materia orgánica, filtración por membranas como ósmosis inversa para eliminar compuestos disueltos y microorganismos, y una desinfección rigurosa mediante rayos ultravioleta, ozono o cloro. En algunos casos, también es necesario ajustar el pH y remineralizar el agua antes de considerarla potable. Aunque es técnicamente posible, potabilizar aguas grises no se recomienda en viviendas debido a su elevado coste, complejidad y riesgos sanitarios, siendo más apropiado reservar este tipo de tratamiento para situaciones específicas como emergencias, espacios cerrados o instalaciones avanzadas.